viernes, 25 de diciembre de 2009

¡Felices Fiestas!...


Ya metidos de lleno en plena celebración de la Navidad, los centros comerciales, las tiendas y grandes almacenes están llenos de personas que entran y salen presurosos por comprar obsequios, la ropa que se pondrán, los alimentos adecuados para la ocasión, … porque todo tiene que estar perfecto para estas Fiestas....

Fin de año, es también el momento en que las empresas se preparan para cerrar la contabilidad y recabar el saldo de todas las transacciones comerciales realizadas, analizando si las estrategias planeadas durante los meses pasados han alcanzado el objetivo esperado. En caso de que existan, las causas de los efectos no deseados serán rastreadas con la debida atención, para que no vuelvan a desilusionar a los accionistas, clientes, proveedores o a la propia comunidad...

En realidad, la empresa presentará en su retrospectiva anual, los acontecimientos políticos, sociales, religiosos y económicos que influyeron en el mundo y transformaron nuestras vidas. En ella, tendrán especial relieve los descubrimientos científicos y las innovaciones tecnológicas que hicieron al hombre capaz de destruir el planeta, pero lo dejaron incapaz de asegurar las condiciones mínimas y dignas para la población mundial.

Por su parte, la clase política divulgará sus logros y justificará las promesas de campaña no cumplidas, hecho que corroborará una vez más que ‘a pesar de que todos vivimos bajo un mismo cielo, no todos disfrutamos del mismo horizonte’. El restringido acceso a los servicios de educación y salud, es el factor inhibidor más significativo para que las condiciones de igualdad de desarrollo del ser humano sean todavía apenas retóricas.

También, las organizaciones del llamado sector terciario o voluntariado de responsabilidad social, cuyo movimiento ha logrado una impresionante expansión, presentarán informes a sus colaboradores y destinatarios. El voluntario tiene la nobleza de compartir el activo más importante de nuestra era – el conocimiento- con otros que no tienen un fácil acceso a este recurso.

De forma idéntica, cada uno de nosotros puede hacer su propia reflexión, analizando el desempeño personal en el cumplimiento de los que se consideran los siete factores de la motivación individual: la salud física, la carrera profesional, la vida familiar, la espiritualidad, la salud mental, la relación social y el aspecto financiero. La armonía entre todos esos indicadores evidenciará si las metas que planeamos, los sueños que acariciamos, y las acciones que emprendemos, se desarrollaron en dirección a una meta mayor que todo ser humano persigue: la Felicidad.

Interiormente, no estaría de más verificar si nos hemos vuelto menos arrogantes y más tolerantes, menos profesores y más aprendices …., en definitiva, si estamos concienciados de que los augurios de ‘Feliz Navidad’ que tan presentes tenemos en estas fechas, no son apenas una manifestación episódica de amor al prójimo, sino continuas prácticas de fraternidad.

La propia transformación del ‘paisaje’ nos contagia, pues las calles, las fachadas de las casas, las vitrinas de los negocios y, hasta los árboles, se enriquecen con decoraciones especiales, luces multicolores y adornos creativos. Los especialistas en marketing se disputan cada centímetro, y cada segundo de los medios de comunicación social, principalmente de la irresistible pantalla de TV. El simpático viejito, con su barba blanca y su ropaje de color rojo, continúa siendo la gran esperanza de los niños; para los trabajadores, es la oportunidad de conseguir empleo, aunque sea temporal; para los empresarios, es la oportunidad de aumentar la facturación y, para el país, es el momento del aumento del PIB, el cual debe tener como misión la mejora continua de la distribución de la renta.

Hasta las frutas que consumimos en Navidad forman parte de los cálculos estimativos de los especialistas en administración. Pero si no obtenemos frutos de espiritualidad, nada de esto tiene sentido.

Con la esperanza de que el espíritu navideño sensibilice nuestros corazones, erradicando la discriminación, el prejuicio y todas las formas de exclusión social, y entendiendo que la arquitectura de un mundo más justo económicamente y más igualitario socialmente, es condición esencial para la conquista de la tan soñada Paz, en este maravilloso planeta……

….Mi deseo para estas fechas es que con abundancia o escasez, con salud o sin ella, tengamos todos una muy ¡Feliz Navidad!

domingo, 31 de mayo de 2009

Un economista nel armariu...


Bien de páxines web apuesten por reforzar el texíu social intercambiando habilidades y oxetos p’aforrar gastos y amenorgar la dependencia del dinero.

Convertir una derrota en victoria o facer de la necesidá virtu. Son dos máximes que bien valen como base d’una ‘filosofia práctica pa la crisis’ que tien por exetivu prioritariu buscar alternatives a les transacciones monetaries que dominen cuasi tolos aspectos de les nuestres vides. D’esta manera, énte la perda de poder adquisitu que trai la crisis – cuando non de tol poder en situaciones de paru-, la propuesta ye ‘apañase’ con milenta inventos y trucos que tienen dos efectos colaterales positivos: ún, menguar la cantidá de dinero que se necesita pa la vida diaria, y otru, menguar el empar los niveles de consumu que faen d’esti mundo un sitiu cada vez más insostenible. Sicasí, un sistema onde’l consumu ye unfin en sí mesmu, paga la pena repensalu y cuestionalu nestos tiempos d’inseguranza.

Esti ye l’espiritu d’una montonera d’iniciatives que circulen pela rede: delles preséntense como un simple preséu p’aforrar costos y otres van a compañaes d’un discursu políticu que se constrúi en comuña. Esti ye’l casu de
www.mileurismo.com que naz de la pregunta: ‘¿Qué podemos facer énte la situación que sufre’l mileurista?’. Y la respuesta ye ‘publicidá por trabayu’. Ello ye: ‘¿Por qué nun construir conteníos bonos y autropromocionar lo construío y a los constructores?’.

Un enfoque asemeyáu, aunque más centráu na vertiente práctica, ye’l de
www.mileurista.om, qu’ufierta ‘noticies, conseyos y trucos de mileuristes pa mileuristes’. La páxina quier valir d’ayuda ‘p’aforrar cuatro duros (0,12 euros) pa poder llegar a fin de mes ensin apuros’. Un de los trucos que se recueyen ye aplicar el principiu de Pareto a la vida diaria. Esti economista italianu reflexionó sobre cómo la sociedá se dividía entre los ‘pocos de muncho’ y los ‘munchos de poco’, en correlaciones de 20/80/ y 80/20 respectivamente.

Otra de les propuestes pa facer frente a les situaciones d’estrechez económica ye reforzar les redes sociales. Ye l’oxetivu de
www.intercambia.net dende onde se quier falar ‘d’otres formes d’entender el mundu’. Pa eso apúrrese una llista d’asuntus pa reflexonar sobre ellos, como’l consumismu o los movimientos sociales.

Ésta ye una de les webs onde s’apuesta pol intercambiu acompañáu de la reflexón social, aunque también se puede atopar otres más especifiques sobre’l trueque como
www.quierocambiarlo.com o www.telocambio.net.

Los fines de
www.comerporlapatilla.com son más culturales que económicos. Na presentación afirmen que’l oxetivu principal d’ellos ye averar el patrimonio gastronómicu del Estáual ciudadanu d’a pie.

Con crisis y ensin ella l’accesu a la vivienda yera y ye un problema qu’afecta a bona parte de la xente. Bien de plataformes como ‘V de Vivienda’ o ‘Por una Vivienda Digna’ toparon n’Internet un puntu d’alcuentru pa convocar movilizaciones y apurrir análisis sobre la cuestión inmobiliaria. La páxina
www.casastristes.org va un pasu más allá pa maximizar los recursos d’Internet: la idea d’ellos ye crear una base de datos publica de los pisos vacios qu’hai nel Estau.

La xeneralización del usu d’Internet vióse como una amenza a la lletra impreso y inclusive como un cambiu na manera de crear y disfrutar de la lliteratura (dalgo qu’efectivamente yá ta pasando). Pero Internet más qu’una amenaza pal llibru, ta convirtiéndose nuna aliada d’él al favorecer que s’intercambien. Esi ye l’oxetivu col qu’echó a andar la web
www.bookmooch.com, una comunidá pa cambiar llibros usaos. Una de las ventajes d’esti sistema ye que caltién a disposición del publicu y en circulación llibros que yá nun tán nel mercáu.

viernes, 13 de marzo de 2009

¿Cómo mejorar la economía?...

Podemos tener la excusa de que la gente no se había encontrado nunca en una situación parecida. Pero esto no quiere decir que no se pueda afrontar la crisis ni que no existan experiencias pasadas que puedan servirnos de pauta para seguir adelante. ¿Hace falta recordar estas pautas? Pues eso parece, porque los unos las han olvidado y los otros dan la sensación de no conocerlas.

Como ocurre con cualquier contratiempo, es cuanto menos útil conocer las causas. Aquí se ha producido una confusión sin paliativos. La razón última de la crisis para los españoles está en el endeudamiento excesivo en el que ha incurrido España en el contexto europeo. El país más endeudado de la Unión Europea iba a sufrir en mayor medida que los demás el impacto de una crisis de confianza. Eso está claro.

La primera pauta para salir de la crisis es aceptar que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades durante demasiado tiempo. Los que se preguntaban por qué las clases medias españoles no parecían afectadas por las mismas restricciones y cautelas que las francesas o alemanas tienen ahora la respuesta. Estos sectores sociales estaban viviendo por encima de sus medios.

¿Qué significa esto? Pues que tenemos que rediseñar cada uno de nosotros una nueva estrategia de compromisos. Frente a unos recursos limitados, no hay más remedio que reconsiderar qué compromisos adquiridos o queridos debemos aplazar en favor de otros. No se trata casi nunca de compromisos inevitables, aunque algunos lo son y por eso las empresas, y no sólo las personas, tienen que replantearse su escala de prioridades.

Diga lo que diga el Gobierno, cada familia no tendrá más remedio que sentarse a reflexionar sobre cuál debe ser su futura estrategia de compromisos individuales. Son medidas para salir de la crisis y no para entrar en ella y, en este sentido, es correcto afirmar que ‘al mal tiempo, buena cara’.

Hay más. Un país turístico como España puede encajar un ritmo de construcción inmobiliaria mayor que el de sus países vecinos. Pero no puede construir más que todos ellos juntos sin correr graves riesgos – como el impacto negativo sobre su medio ambiente, desde luego, pero también sobre el mercado laboral y la vida social- en caso de una caída inesperada de la demanda. Habíamos apostado tanto en la construcción que ningún otro país europeo iguala la intensidad del cambio de ciclo de la demanda. La caída es aquí mucho mayor que en cualquier otro sitio. Y el impacto negativo sobre el paisaje natural y la vida social, otro tanto.

En el contexto de la crisis ahora parece evidente que, aunque no lo parecía hace dos años, hay que estar dispuesto a cambiar de entorno, ser algo más humilde y consensuar con los demás.